En un vuelo del Aeropuerto de Frankfurt a Barcelona hice algo tan tonto que por poco pierdo el avión. Siempre os digo que cuando lleguéis al aeropuerto ir directamente a vuestra puerta de embarque. ¡Siempre os lo digo!
En esta ocasión, tenía suficiente tiempo antes de mi vuelo, unas 3,5 horas. Mi puerta de embarque estaba mismo al pasar el control de seguridad, y solo llevaba una maleta de cabina, así que sabía que iba a ser rápido llegar a mi puerta de embarque.
Pero no salió como tenía pensado, pasaron varias cosas… y sentí mucho estrés.
Pasé un momento tan tenso y no hacia mas que preguntarme por qué no había seguido mis propios consejos.
Pero no fue todo culpa mía, aunque podría haber evitado el estrés ya que fui al aeropuerto con mucho tiempo.
Ese día hubo una enorme cola en el control de seguridad del aeropuerto de Frankfurt; salía al vestíbulo principal de la Terminal 1. Nunca había visto las colas tan largas… hasta unas semanas más tarde, pero esa es otra historia.
Luego, para colmo, anunciaron un cambio de puerta. ¡Noooo! Mi puerta ya no estaba en la entrada de la terminal, justo después del control de seguridad. Tuve que correr hacia mi nueva puerta de embarque y llegué cuando estaban a punto de ceder mi asiento a alguien en espera. Todo sucedió tan rápido, por eso no pude filmarlo.
No había planeado filmar ese día, así que mi cámara estaba bien guardadita. Cuando llegué a Barcelona, saqué mi cámara de mi maleta y filmé este video. Tenía que compartir esta experiencia con mis Hoppers.
Así que mi Consejo de Viaje súper importante es que si ya tienes tu tarjeta de embarque y solo equipaje de mano SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE ve directamente a tu puerta de embarque al llegar al aeropuerto.
Si tenéis que facturar equipaje o conseguir la tarjeta de embarque en el aeropuerto, daros tiempo adicional para ello. A veces las filas de facturación también pueden ser súper largas y hay que esperar un buen rato. Al terminar, ir directamente hacia la puerta de embarque.
Una vez que estéis en la puerta, os podéis relajar un poco. Pero acordaros que aún pueden cambiar la puerta de embarque, así que mirar las pantallas de vuelo frecuentemente para confirmar la puerta y ver si hay algún cambio.
Aunque probablemente podría haber evitado esta desagradable situación, en los aeropuertos muchas veces las cosas no se pueden controlar y hay que dejarse llevar. No sirve de nada enfadarse, ya que poco se puede hacer. Espero que mi mala experiencia os ayude a evitar este tipo de situaciones estresantes.
¡Suerte!